
La comodidad es importante. No sólo es fundamental para nosotros, sino que a los perros también les encanta. Quizás no haya nada más satisfactorio para ellos que volver a casa después de un largo paseo por el parque y tumbarse en su cómoda cama.
Es un sentimiento natural que compartimos y por eso es importante brindarle a tu perro el consuelo que se merece.
En esta historia, hablaremos de un viejo perro de un refugio al que también le encanta tomar una siesta en su cama y le gusta especialmente el ritual de arroparlo.
Una preparación antes de acostarse
Sandy es un perro muy especial. Ha pasado mucho tiempo en la Knox County Humane Society , en Illinois. Sin embargo, durante sus primeros días allí se sintió bastante infeliz.
El personal del refugio estuvo feliz de ayudarla con cualquier cosa que necesitara, pero no estaban seguros de si era suficiente. Lou Ann le dijo a The Dodo: Sandy llegó al refugio en 2013. Estaba prófuga y nadie la reclamó.
La vieja perra había sido adoptada varias veces en el pasado y, por un tiempo, sintió que las cosas iban a salir bien para ella.
Lamentablemente, la pandemia golpeó y sus padres enfermaron, por lo que tuvieron que entregarla al albergue donde la ayudarían.
Una dulce rutina
Se dieron cuenta de que Sandy estaba muy triste, así que, para ayudarla a sobrellevar la tristeza , idearon una rutina a la hora de acostarse para que se sintiera mejor.
Ann dijo: Desde que llegó aquí, Sandy ha adoptado la rutina de acostarse todas las noches. Salta de su silla y uno de nuestros empleados la arropará.
Es algo que se ha convertido en algo que ella espera con ansias casi todas las noches.
A pesar de su avanzada edad, su espíritu juguetón nunca ha cedido y sigue siendo una perra muy feliz.
Acostarse y esperar a que la acopen se ha convertido en su rutina favorita y le permite dormir siempre bien por la noche.
Ann dijo: Ella es muy dulce y cariñosa. Aunque amamos mucho a Sandy, nuestro sueño es que ella tenga su propio hogar para siempre donde pueda acostarse todas las noches.

Después de un año de estar en el refugio, Sandy finalmente encontró a su nueva familia y ahora disfruta del tiempo en un hogar amoroso con una familia que la ama y se preocupa por ella.